Esta semana, mientras almorzaba con mi amigo Omar Huirse en su corta visita al Perú, me volvió a increpar por no haber realizado en su momento la crítica correcta de la película El Cantante. Motivos para esa firme negativa me sobran, y quienes me conocen lo saben. Pues ahora, sólo para seguir regodeándonos en la miseria y tragedia de la compleja personalidad autodestructiva de Héctor Lavoe viene a las carteleras The Singer, que no es sino más de lo mismo, aunque con otros rostros y nuevos nombres (La India participa en la película).
Presten especial atención a la patética escena en que Héctor conoce a Joe Cuba dentro de su auto, en medio de líneas de cocaína. Ustedes disculpen, pero todavía no se ha terminado de enfriar el cadáver de Joe Cuba y esto ya está ahí, expuesto como si se tratara de una película grindhouse de los setentas. Si esa era la idea, entonces, mejor invitemos a Quentin Tarantino a dirigir un buen guión sobre la vida de Héctor Lavoe.
Nos vemos en el cine!
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