Que el Año que está por llegar les traiga más de todo lo bueno, que sea un año de decisiones, un año de buena salud y mucho amor, amor de hogar, que es el que alimenta a las almas nobles y los corazones buenos.
Son los sinceros deseos de este Blog para todos ustedes!
Celebramos hoy un año más de la Reina del Rock en Brasil, la gran Rita Lee y no podìa ser con otro que su clásico de 1980, Lanca perfume. Disfrútenlo !
“Cuando yo era niño, mis hermanas bailaban la música del mambo y el cha cha chá; la rumba, la conga y la salsa. Mis hermanas escuchaban a Tito Puente, Celia Cruz, Tito Rodríguez entre otros. Yo soy el más chico de once, somos once hermanos. Mi padre nació en un pueblo de Jalisco, y mi madre es de Nuevo León, ellos se juntaron en Laredo, Texas y formaron mi familia”.
Nos dice Poncho Sánchez al cerrar con el viejo tema de Tito Rodriguez, El agua de Belén, con broche de oro la FIL - Feria Internacional del Libro 2009, de Guadalajara, Jalisco, que este año tuvo sabor a jazz latino, gracias a la presencia de algunos de los mejores exponentes del género como Arturo Sandoval y el mencionado conguero.
En estas fechas, la mirada de mi hija y la paz de mi alma, siempre en familia, serán la bendición viva de Dios en mi vida, y la verdadera dicha de que cada día las cosas irán mejor.
Busca en tu corazón, entre tus recuerdos de infancia, tu amor de padre y la mirada dulce de madre, verás que existe un poco de ti, sin poses ni acomodos, loco, libre, feliz, eterno… qué se yo?
No hay nada como la tranquilidad de saber que estás haciendo bien y estás dando lo mejor de ti. No hay nada como la sonrisa de tus hijos o la alegría de los amigos, se alimenta el alma, se regocija el corazón.
Abraza la vida, abraza a los tuyos, abraza tus sueños. Dile a quien tú quieres que lo quieres o la quieres, bésalos, bendícelos. Sé feliz!
Cuando eres feliz, sales a la calle y baladras. Apareces, mezcla rara de penúltimo demente y primer piloto en el viaje a otras galaxias. Y todos te ven, y así medio loco y con alma de niño, te sacudes las alas y la tarde te cobija, medio cálida.
Qué bien se siente ser libre, no? El viento te da en la cara y el amor te sobresale. El perfume de la vida vuelve a ti, como aroma de café, frutas perfumadas, piel de mujer, caricias de madre, manitas de bebé.
Y seguimos dándole la bienvenida a la Navidad 2009, con la expectativa a flor de piel y los mejores deseos de dicha y prosperidad.
Y les dejo a Domingo Quiñones, de su producción del año 1998 La Verdadera Navidad, el tema El cantar de un jibarito, puro sabor antillano de fiestas navideñas.
Nacido en el barrio del Once, actual zona comercial de Buenos Aires, Enrique Santos Discépolo fue un compositor congénito, peronista confeso y hombre de radio y cine.
No es posible seguir con los temas navideños sin este clásico de la década dorada de la Sonora con la Reina Celia: Jingle Bells, con Celio Gonzales en los coros.
Siguiendo con el espíritu navideño, llega la voz de Gilbertito Santa Rosa, el más claro intérprete de música latina de las nuevas generaciones, heredero de la más importante tradición artística y seguidor incansable de su propio estilo, ese que nos ha sabido regalar y cautivar desde su participación en orquestas importantes y consolidado en su carrera como solista.
De su producción Una Navidad con Gilberto de 2008, reeditado como Navidades este año y con el cual ganó el Grammy Latino, extraigo para ustedes La Fiesta no es para feos. Disfrútenlo!
El pasado 15 de diciembre fue el cumpleaños del Rumbero del Piano, el virtuoso Eddie Palmieri. La siguiente nota le rinde homenaje a uno de los mùsicos más influyentes de la música latina de todos los tiempos.
Debo confesar que uno de mis primeros encuentros con Palmieri, desde la consciencia y el oído crítico, lo debo a mi entrañable amigo Iván Antezana, quien solía llamarlo La Mano Izquierda de Dios. Fue Iván quizás uno de los pocos dementes que gozaron irremediablemente con el concierto de Palmieri en la ya lejana década del ochenta. Una experiencia, como él decía, religiosa y compleja, que lamenteblamente pareciera no se repetirá en suelo peruano.
Una pena, en momentos en que el Perú se vuelve una plaza obligada para los artistas de talla internacional. Ni siquiera con ocasión de los festivales de latin jazz de comienzos de los noventas se incluyó al maestro en los carteles (recuerdo que vinieron Ray Barretto y Dave Valentin, entre otros). Y si de "justicia" se trata, Palmieri es uno de los que tenemos que volver a ver en un escenario peruano.
Por los años de la remota universidad, cuando Antezana colaboró en el proyecto de la Revista Crisálida que intentó dirigir Marco García Falcón, nos enfrentamos a diversos canales de difusión de la música latina, principalmente de grandes del género, como Barretto y Palmieri. Fueron los años del Congreso de Salsa que organizó el mismo Iván en su momento más álgido dentro de la FEPUCP como Secretario de Cultura, un esfuerzo encomiable que nunca más se repitió. Eran los años de Salsa Picante y Roy Rivasplata, de Luis Delgado Aparicio y de orquestas de salsa con sentido.
Pero el aporte de Palmieri, lejos ya de lo personal, es mucho más luminoso que el de cualquier otro músico de esta América mestiza y latina. Para empezar, el propio Palmieri es producto de la amalgama de identidades: nace en New York de padres puertorriqueños, algo que de suyo es ya enriquecedor. Desde muy temprana edad se perfiló con el talento que tanto lo ha hecho despuntar en el escenario latino, incluso en momentos en que fue parte de otras orquestas, como las de Johnny Segui, Vicentico Valdez o Tito Rodríguez.
Pero es sin duda su momento con La Perfecta y su complicidad maravillosa con el trombonista Barry Rodgers lo que marca uno de los hitos más importantes de la historia de la música latina. Son esos años iniciales, al lado de Ismael Quintana, los que lo marcan y le dejan a él dejar su propio sello en su trabajo. La influencia de esa combinación musical fue tremenda y marcó la tendencia de más de una década.
Luego vendría la experimentación intelectual, el sarcasmo matemático y la religiosidad sobrecogedora. Los años posteriores el mismo Palmieri se supera, se transgrede, se obsesiona, y logra las piezas más agresivas de la salsa, con la voz juvenil de Lalo Rodríguez.
Y luego el jazz, como algo propio, intrínseco a la labor creativa natural del maestro. Los noventas retoma el ímpetu salsero con su descubrimiento de ese torbellino sensual llamado India y sus mejores discos de jazz. Y no nos sorprende que El Sol de la Música Latina siga preparando nuevos proyectos, al lado ahora del genial trompetista Bryan Lynch.
Discografía
La Perfecta (1961)
El Molestoso Vol. 2 (1963)
Lo que Traigo es Sabroso (1964)
Echando pa'lante (1964)
Azúcar pa' ti (1965)
Mozambique (1965)
El Sonido nuevo (1966) con Cal Tjader
Molasses (1967)
Bamboleate (1967) con Cal Tjader
Champagne (1968)
Justicia (1969)
Super Imposition (1970)
Vamonos pa'l Monte (1971)
Live at Sing Sing Vol. 1 (1972)
Sentido (1973)
Live at Sing Sing Vol. 2 (1974)
The Sun of Latin Music (1974)
En Vivo desde la Universidad de Puerto Rico (1975)
Hoy es el cumpleaños número 62 de la gran cantante italiana Gigiola Cinquetti, que debutara allá por el ya lejano 1964 en San Remo con su clásico Non ho l'età(per amarti).
La segunda vez que triunfara en San Remo lo hizo al lado del maestro Domenico Modugno, interpretando la canción Dio, come ti amo, perteneciente a la película de mismo nombre, protagonizada por la propia Gigliola.
En 1973 participa en el programa Canzonissima venciendo con la canción Alle porte del sole. Al año siguiente participa de nuevo en el Festival de Eurovisión, quedando segunda con la canción Sì.
Actualmente, y desde los años noventa, trabaja en la RAI.
Abriendo la temporada navideña, qué mejor que escuchar al querido Frank, La Voz, el eterno sinvergüenza, el adorable Sinatra, al que todos extrañamos. Del álbum de 1957, con temas de Navidad, extraigo para ustedes Santa Claus is coming to town, un verdadero clásico de estas fiestas.
Y sigue sorprendiendo la nueva producción de Víctor Manuelle, Yo Mismo, por la vorágine de sabrosura que desborda, como este tema que les traigo ahora, comenzando ya con el espíritu navideño, pero eso sí, con mucho sabor!
Howard Andrew "Andy" Williams (Wall Lake, Iowa, 03/12/ 1927) es uno de los más reconocidos cantantes populares de Estados Unidos, con una impresionante carrera musical y muchos éxitos impuestos ya como clásicos la mayoría de ellos de la década del sesenta en todo el mundo.
Su influencia en el mundo de la música se debe a su participación como actor, director musical y compositor, además de poseer una privilegiada voz, romántica y envolvente, que lo hizo el preferido en más de una década de interpretación.
Durante el gobierno de Reagan fue declarado Tesoro Nacional, por sus logros y contribuciones al cancionero popular americano, así como a su trayectoria al frente del Andy Williams Show entre 1962 y 1971.
Entre sus éxitos más reconocidos se hallan el tema principal de la película Love Story, Where I do begin de 1970, que se popularizó en español en una versión fonética del mismo Andy en 1971, la canción de la serie familiar Born Free de 1974, y el clásico de 1961 Moon River, de la película Breakfast at Tiffany's.
Actualmente, cuenta con un escenario propio, el Moon River Theatre en Branson, Missouri. Además, es propietario del Moon River Grill, un restaurant gourmet de primer nivel, en el que él mismo atiende a la clientela alrededor de los shows que ofrece.
Inspirado y creativo, el talento de Glenn Miller ha traspasado la barrera del tiempo y se ha dejado notar en todas las vertientes jazzísticas que existen o que puedan existir. Un verdadero clásico de dimensiones descomunales al que siempre se recurre y de quien siempre se obtiene alguna enseñanza. Así de importante es el talentoso Sr. Miller.
Este es nuestro pequeño homenaje a su música, una fuente recurrida permanentemente y de la que todos bebemos.
Hoy estamos recordando el nacimiento de uno de los cubanos más universales, reconocido como el indiscutible Rey del Mambo, el sin duda alguna más talentoso arreglista, pianista y bandleader cubano Dámaso Pérez Prado –‘Carefoca’- fue fundamental para crear los fundamentos del sonido nuevo que todos reconocen como Mambo.
Y como dijo Daniel Santos, el Mambo es universal. Aunque todavía se mantiene algún tipo de discusión entre los puristas sobre la paternidad del género, existe casi unanimidad en que Pérez Prado le dio sonoridad original al ritmo por su influencia jazzística y su edad dorada mexicana, elementos que le permitieron ir cultivando distintos aportes e influencias para consolidarlos en su creación suprema: el Mambo.
Comenzó en los años ’40, mezclando la música cubana con elementos del jazz de las big bands, sobre todo música de Stan Kenton, para formar un híbrido contagioso y extremadamente bailable.
Habiendo sido conocido en principio como pianista y arreglador en la Orquesta cubana Casino de la Playa, la popularidad de Pérez Prado se expandió a México, Latinoamérica y , en los ’50, a los Estados Unidos.
Uno de los más reconocidos compositores en habla hispana, cuyas más de 500 canciones han sido grabadas por muchos artistas alrededor del mundo, y que ha sabido imponer como éxitos absolutos más de 50 de sus más importantes boleros. El yucateco más célebre, el genial hacedor de la canción romántica, está de cumpleaños el día de hoy.
Nacido hace 89 años, el consagrado maestro Dave Brubeck, quien fuera estudiante de veterinaria y militar entregado desde siempre a la música, se mantiene como ícono de la constancia y el trabajo disciplinado a lo largo de su fructífera carrera.
Creador desde 1951 de su famoso cuarteto con el saxofonista alto, Paul Desmond, el excelente batería, Joe Morello y el no menos magnifico contrabajista Gene Wright, Brubeck empieza a ser conocido fuera de los Estado Unidos realizando giras por los cinco continentes con el patrocinio del Departamento de Estado Americano.
Brubeck tocó el cielo en 1959 cuando graba la extraordinaria composición creada por Paul Desmond, "Take Five". El éxito de aquel disco grabado para Columbia, titulado "Time Out" produjo recordsde venta y de audiencia que se prolongó practicamente hasta la marcha de Desmond del cuarteto, hecho que ocurrió en 1967.
Pocas veces se tropieza uno con una figura tan grande en el mundo de la música, como es el maestro Nino Rota, milanés de nacimiento y mundial por el legado inmenso de música para películas que nos dejó en las más de 160 composiciones que realizó –de las cuales 48 son soundtracks originales de películas-, sin duda alguna, las más importantes de la historia del cine italiano y otras tantas de diversa factura.
Sólo con Fellini podríamos abrumar el conocimiento por el aporte tan coordinado que existió entre ambos genios. Y sin temor a errar, es El Padrino su obra más perdurable por la belleza de sus notas y la elocuencia de su orquestación. Fuera de ellos, el maestro Rota colaboró con otros 13 directores de cine en sus películas, iluminando con su talento las imágenes memorables que perdurarían hasta siempre en el recuerdo de los cinéfilos.
Un verdadero maestro, altamente dotado, fue profesor del Liceo Musical de Bari desde 1939, del que llegaría a ser director, desarrolló una doble carrera como compositor de bandas sonoras de cine y compositor de música clásica. El estilo de Rota, neorromántico, queda inscrito plenamente dentro de la tonalidad, bien acorde con su don innato de melodista.
Escribió música para piano, música de cámara y música sinfónica, dejando tres sinfonías y varios conciertos, de entre los que destaca su famoso Concierto para trombón. Destacó igualmente como compositor de escena, siendo el autor de varias óperas con las que consiguió un particular éxito, como Il cappello di paglia di Firenze (El sombrero de paja florentino), de 1946, y La visita meravigliosa (La visita maravillosa), de 1970, considerada como una alegoría de su filosofía, y con sus sonetos Mysterium Catholicum (1962) y La vita de Maria (La vida de María), de 1970, de una delicada y penetrante elegancia. En suma, cultivó todos los géneros, con cierta astucia y mucha genialidad, sumado ello a una bien lograda maestría técnica que le hicieron ganar el respeto de todos, los unos y los otros.
Con un 48%, muy peleado con el segundo lugar de preferencias, el público votó durante el mes de noviembre por Ray Barretto como el conguero más influyente.
A decir verdad, desde esta ventana considero que la influencia viene dada por el hecho de haber antecedido a los tal vez más exitosos o prolíficos, por el hecho lógico y natural de la cronología, pero si para la voz del pueblo no queda dudas, entonces celebremos.
Nacido en pleno corazón del barrio de Brooklyn en New York, con alma de músico natural, Ray Barretto se constutye como uno de los grandes congueros de la historia de la música. Sus aportes al jazz no se detuvieron tras suceder a Mongo Santamaría en la orquesta de Tito Puente.
En su carrera, fructífera y prolífica, hizo mucho jazz, tomó la vanguardia en sus duras manos y la transformó en algo nuevo, en algo latino, en algo sensacional. Hasta el mismísimo Charlie Parker se fijó en aquel joven capaz de tocar primorosamente las congas con las yemas de los dedos, con las palmas y hasta con los codos. Después de cuatro años con Puente, Ray Barretto se convirtió en el percusionista más buscado en la escena de Nueva York. Compartió escenario con los músicos mas relevantes del jazz y entre ellos es destacable las actuaciones, en disco o en directo, con: Max Roach, Charlie Parker, Art Blakey, Sonny Stitt, Lou Donaldson, Red Garland, Wes Montgomery, Davis, Freddie Hubbard o el gran Dizzy Gillespie.
Por otro lado, su aporte dentro de la Salsa, mayoritariamente logrado durante sus años de consolidación con Fania Records, lo volvieron referente obligado de la fuerza gigante con que lo latino había irrumpido ya en el mundo musical vigente desde la década del sesenta y más sólidamente en los setenta. Durante esos años pasaron por su orquesta vocalistas de la talla de Adalberto Santiago, Tito Allen, Rubén Blades y Ray De La Paz, entre otros. Igualmente su orquesta contó con talentosos instrumentistas como el timbalero Orestes Vilató, el bajista Andy González, el pianista Oscar Hernández, el timbalero Ralph Irizarry y los trompetistas Roberto Rodríguez y René López.
A partir de los ochenta y también en los noventa, la carrera de Barretto no sólo se mantuvo en un lugar de privilegio sino que supo arremeter con álbumes de extraordinaria calidad, como los que hiciera con Celia Cruz y los de su grupo New World Spirit.Un personaje, a decir de muchos, que además de ser un profesional a cabalidad perfecta y un maestro indiscutible, virtuoso en su instrumento y artista impecable, fue por encima de todo ello un ser humano noble y de grandes virtudes. Su paso por la vida fue sin duda alguna un regalo divino para quienes seguimos su música con admiración y respeto. Que viva tu música, Manos Duras!
"¿Profeta, yo? ¡No!: soy un laburante como cualquiera, ni más ni menos (...). Soy un poroto, un tornillo de la máquina tanguera (...). Soy un laburante porque así hay que defenderse en la vida. Los músicos dejaremos de ser laburantes para ser trabajadores sólo cuando cambien las condiciones políticas y el sistema, pero ahora no. Nunca me considero un artista, sino un laburante de la música. Y un laburante bastante cómodo, porque trabajar, trabajan los de las fábricas, el puerto. Pero digo que siempre me sentí uno más.
Más que la fama, importa situar a la gente dentro del corazón. Yo he trabajado desde pibe, y la gente ha simpatizado con este carcamán que soy, pero no me siento superior a nadie. Cuando veo a los que trabajan en la calle, con el martillo, con la pala, pienso siempre que son trabajadores y arquitectos de la vida.
Todos los días le hago los cuernos al diablo, pero cuando llegue la hora del espiche diré: 'Bueno muchachos, llegué hasta aquí, me las tomo, sigan ustedes'. (...) Si al final...¿yo qué hice? Tangos. Eso es todo".
En su cumpleaños, un saludo eterno para el gran Matt Monro. Del álbum A Time For Love de 1989 extraigo para ustedes el tema principal de la película del mismo nombre, A man and a woman. Disfrútenlo!
