Algo que se aleja artísticamente del sentido humano de la poesía es el sentido romántico de la vida, como cuando Pablo Milanés le canta al amor. Y no es que sea malo, todo lo contrario, bendito sea el amor, en todas sus formas. Y esta versión de Domingo Quiñones en su disco de 1990, Domingo es mi nombre, llega con una extrema sensibilidad.
Contando con figuras de la talla de Mario Ortiz Jr., Sergio George, Gilberto Santa Rosa y Cheo Feliciano, esta primera entrega en solitario del joven cantante nos trajo bajo el brazo su aprendizaje personal de la etapa con Luis Perico Ortiz y mucho de su propia esencia. Todos coinciden que este muchachon siempre fue especial para todo lom que hacía, y lo ha demostrado largamente.
Aunque nacido en New Jersey, de padres puertorriqueños, Domingo comenzó su carrera con conjuntos de nombre ya importante en la escena salsera de comienzos de los ochenta, como José Alberto El Canario o Clásico. La vida en broma es sin duda un hito muy importante en su carrera, por todo lo que significa, además de demostrar de sobra el enorme talento que venía con esa voz privilegiada.
Ya en los noventas, tras su partifcipación en el Disco número 100 de Tito Puente, llegaron los discos de consolidación y la labor como mproductor discográfico, como el álbum Poeta y Guerrero, que incluyó sus propias composiciones.
Como actor, ganó el papel de Sgt. Miller en la película Héroes de Otra Patria, acerca de los soldados puertorriqueños en la Guerra de Vietnam. La película ganó una Mención Honorable en el Festival de Cine de Viña del Mar Chile y fue la entrada oficial de Puerto Rico en la categoría de película extranjera de la ceremonia del Oscar de 1999. Sus más recientes roles de películas incluyeron el de un promotor de música de San Juan en la película del año 2007 de Jennifer Lopez y Marc Anthony “El Cantante”.
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