Hoy recordé a Lucha Reyes, esa mujer que a decir de muchos es el ícono fundamental de la música criolla del Perú, nacida y hecha desde lo más bajo y encumbrada a fuerza de puro talento y esfuerzo, convertida en mito para todas las generaciones.
Y da gusto saber que, en efecto, esas generaciones no son tan distantes ni tan ajenas como se podría creer, como se comprueba con el reciente documental de Javier Ponce Gambirazio, Lucha Reyes: Una carta al cielo, que luego de 3 años ve la luz gracias a XIV Festival de Cine de Lima de la PUCP.
Y como todas la mejor música de mi vida, aprendí a sentir a Lucha Reyes con la vida misma, día tras día. Porque su voz transmite la sensibilidad más corpórea y mas profunda, esa inquietante emoción que se cuela por entre la piel y se mete en el alma. Asi se siente y se vibra con La Reyes, como sucede con los intérpretes de canciones, los que dejan ujn poquito de msí en cada canto, a cada canto.
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