Luego de haber grabado en 1983 el disco Tremendo Trío, Celia Cruz, la indiscutible reina de la música latina, se animó a acompañar nuevamente a Barretto en la producciòn Ritmo en el corazón de 1988. Pero no fue sino hasta años después que estos clásicos se instalarían definitivamente en el gusto de los fanáticos, recordemos que los ochentas fue una época marcada por la afluencia e influencia de muchos distintos y variados géneros, tentación a la que muchos o casi todos los músicos magistrales de nuestros géneros favoritos no pudieron sustraerse. Y Barretto no fue la excepción, como lo demuestra en sus placas Aquí se puede e Irresistible, de 1987 y 1989, respectivamente.
Sin embargo, Celia supo mantenerse fiel y consecuente con su espíritu guerrero de sangre africana y herencia española, como casi todos en esta gran América mestiza. De ahí que no cediera ante la envolvente y sedosa sábana de la ligeresa argumental y pobreza de orquestación. Fue a fines de los ochentas que muchas luces se fueron apagando, mientras otras tardaban en volver a brillar, debido a la vorágine de cantantes y propuestas de éxito que aparecían y salían del firmamento musical a menor velocidad de la que tomaba colocar un vinilo en la tornamesa.
De hecho, a Celia le vino bien este disco, se mostraba mucho más sólidos que los que había grabado en años anteriores con Willie Colón y Johnny Pacheco, siempre para el sello Fania, como las producciones De Nuevo de 1985 y The Winners de 1986. Barretto le ofrecia no sólola madurez y la sensatez de grabar salsas con sentimiento, como esta que me trajo la reflexión de hoy, con sentido musical y un perfecto equilibrio en la orquestación hecha a medida de la tesitura de la diosa de la rumba.
De hecho, el mayor atractivo del disco y de la propuesta de Ray, obviamente después de su dirección musical y del talento de la vocalista, radicaba en el arreglista, el dominicano Ricky Gonzales, quien lo acompañaba en la orquesta desde que tuvo 19 años en 1983, es decir, desde el primer disco de Celia con Ray, al lado de Adalberto Santiago.
La colaboración de Gonzales con Ray esta grabada en cinco discos donde, además desempeña excelntemente el rol de pianista. En efecto, fue pianista en Todo se va a poder de 1984, Aqui se puede, Soy Dichoso de 1987, Ritmo en el corazón e Irresistible. Su papel de arreglista fue galardonado en 1990 con la nominacion a los " Grammies " de dos de los dos últimos discos. Al final, fue Ritmo en el corazón el que ganó el premio.
"Y así comenzó señores
el gran amor por la rumba
y sólo podrá la rumba
arrancarme de mi son"
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