No fue sino demasiado tarde que descubrí que, después de todo, el mundo de la literatura –narrativa y poesía, entiéndase- participó siempre de los mismos dimes y diretes que cualquier bochinche de bataclanas y vedetuchas de esta ciudad insolente. Qué lamentable!
Lo cierto es que, valgan verdades y pasiones descarnadas, a la fecha en que este planeta sigue girando y desmoronándose a cualquier cosa le dicen poesía. Y es que las tendencias más radicales han llegado a la conclusión de que no hace falta ser polisemántico para hacer poesía, sino que, escupiendo biliosas ansiedades por la ulcerada piel del alma ca quien dice lo que le place y lo arroja contra el mundo como si fuera poesía. ¿Qué dirían Vallejo o Varela? ¿Acaso no es cuestión de saber y aprender, más que de vociferar y eructar? Este duelo confirma todo ello.
Al final, la noche del Yacana estuvo marcada por un duelo entre acérrimos escritores, antagónicos necesarios, que existen el uno para complemento del otro, como ideólogos de senderos bifurcados, como tertulias trasnochadas que no hallan el sosiego sino en la exposición peligrosa al desacato y la lujuria de la palabra.
Al escribir estas líneas me desapego a mi predilección por la poesía, de mi posición política consabida y de mi amistad con Héctor Ñaupari, a quien conocí en años anteriores cuando éramos jóvenes felices e indocumentados, pero no puedo sino llamar la atención de algo que me parece atroz: usar a la poesía de pretexto vil.
Por lo demás, juzguen ustedes mismos el contenido poético de aquello que les presento.
Datos necesarios:
- Héctor Ñaupari (Lima, 1972) es poeta, ensayista y abogado. Estudió en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), donde obtuvo el título de abogado y luego siguió una Maestría en Derecho, con mención en Derecho Civil y Comercial, en la misma casa de estudios. Ha publicado los poemarios En los sótanos del crepúsculo (Centro de Producción Editorial de la UNMSM, Lima, 1999) y Rosa de los vientos (Ediciones El Santo Oficio, Lima, Perú, 2006), el libro de ensayos Páginas libertarias (Ediciones Zignos-Altazor, Lima, Perú, 2004), y es coautor del libro de poesía Poemas sin límites de velocidad. Antología Poética 1990-2002 (Lord Byron Ediciones, Lima, 1ª edición 2002; 2ª Edición, 2003).
- Rodolfo Ybarra (Lima, 1969) estudió matemática pura, física, electrónica y comunicaciones. Ha publicado los poemarios La túnika de Ankou (edición del autor, 1989), Sinfonía del kaos (Ediciones Humo Bajo el Agua, 1993), Vómitos (Editorial Mantaro, 1998), Por la boca, muertos (Editorial Duodeno, 2002), Ruptura de heje (Editorial Caparazón, 2006), Carne humana (Editorial VL, 2006) y Construcción del Minotauro (Editorial Zignos, 2006). En música, aparte de haber compuesto más de cien temas musicales y tres óperas, ha tocado con la banda Distorsión Ácida, y apoyado a otras, como Melchor Malo, África Caníbal, Ácido y Plátano Contaminado. Ha dirigido también el programa político-cultural de televisión Degeneración, en canal 27 UHF. Ha ganado el Premio Nacional de Poesía 500 VL organizado por la Municipalidad de Lima con el libro Carne humana.
- Rodolfo Ybarra (Lima, 1969) estudió matemática pura, física, electrónica y comunicaciones. Ha publicado los poemarios La túnika de Ankou (edición del autor, 1989), Sinfonía del kaos (Ediciones Humo Bajo el Agua, 1993), Vómitos (Editorial Mantaro, 1998), Por la boca, muertos (Editorial Duodeno, 2002), Ruptura de heje (Editorial Caparazón, 2006), Carne humana (Editorial VL, 2006) y Construcción del Minotauro (Editorial Zignos, 2006). En música, aparte de haber compuesto más de cien temas musicales y tres óperas, ha tocado con la banda Distorsión Ácida, y apoyado a otras, como Melchor Malo, África Caníbal, Ácido y Plátano Contaminado. Ha dirigido también el programa político-cultural de televisión Degeneración, en canal 27 UHF. Ha ganado el Premio Nacional de Poesía 500 VL organizado por la Municipalidad de Lima con el libro Carne humana.
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