Todos tenemos alguna que otra tonada que nos remonta ineludiblemente a la infancia o a la etapa de la vida en que, poblada de recuerdos, ésta transcurre entre alegrías y penas, nostalgias le dicen algunos, marcas o huellas indelebles de aquello que nos golpeó de alguna manera.
De hecho, los boleros que hemos escuchado, desde nuestras respectivas infancias, nos remiten inmediatamente a las horas más cálidas de la inocencia y la emotividad. Y cuando el cantante de voz firme y varonil debe dejar este mundo por el desgaste del cuerpo físico que le fue dado, los recuerdos asociados a esas nostalgias se elevan hacia nuevos estados, en los que es posible lograr la inmortalidad del artista.
Lucho Barrios, nacido en el Callao, pero criado y hecho adulto en los Barrios Altos, es uno de esos casos extraños de inmortalidad. Desde prematuros escenarios, en los que su voz ya irradiaba la ternura y romanticismo de la juventud o, años después, cuando la firmeza de su timbre declaraba el desamor o la tragedia, Barrios estuvo siempre con el público que lo vio hacerse, edificarse, como el Padre del Bolero o el Rey del Bolero, epítetos que lo pintan de cuerpo entero.
En la década de 1950, aun siendo aficionado, Lucho Barrios participó en un concurso denominado "Escalera del triunfo" que se realizaba en los teatros de Lima, quedando finalista. Luego formó el Trío Los Incas, que tuvo una corta existencia.
Grabó discos sencillos con el sello disquero Smith. Fue Edith Barr quien lo ayudó a dar el gran salto internacional, al llevarlo a Radio Callao, donde conocería a Julio Jaramillo, quien quedó asombrado por su calidad vocal, y lo invitó a cantar al Ecuador. En 1957 ingresa a la Escuela Nacional de Ópera, donde se preparó hasta los 19 años, estudiando junto a Alejandro Vivanco.
Después de mucho esfuerzo logró grabar sus primeros discos. Uno de sus primeros éxitos fue el vals Juanita. Ya con una vasta fama en Ecuador, en 1960 decide regresar al Perú donde siguió cosechando éxitos que lo llevaron al estrellato en toda América, firmando para el sello disquero de Manuel Guerrero, Discos MAG, éxitos tales como "Marabú", "Me engañas mujer", "Mentirosa", "Me enamoré de ti", "Te alejas", "Copas de licor" y muchos más.
Sus discos llegaron a toda América. El 18 de septiembre de 1960 se presenta en la Quinta El Rosedal, Arica, Chile junto con la orquesta del Puma Valdez de Cuba, asistiendo más de mil personas en cada presentación. En 1961 volvió a Chile y en Santiago grabó su primer long play, creciendo aún más su fama en ese país, Argentina, México, e incluso en los Estados Unidos.
El 15 de noviembre de 1988, quizás tuvo una de sus más importantes presentaciones, en el teatro Olympia de Paris, en el cual se presentaron grandes figuras como Frank Sinatra. Lucho Barrios presentó esa vez boleros peruanos y música de Chile y Ecuador.
Entre los cientos de premios que Lucho Barrios recibió a lo largo de su carrera, el más memorable fue el que le entregó la Organización de los Estados Americanos (OEA) por su trabajo en favor del acercamiento de los pueblos a través del canto. Además, el 2002 el gobierno del presidente de Chile Ricardo Lagos lo condecora por ser un artista peruano con mucho arraigo en el pueblo chileno.
Luis Barrios Rojas, conocido artisticamente como Lucho Barrios, dueño de la exhorbitante cifra de 150 álbumes y más de 1,000 canciones grabadas, importante referencia del bolero en varios países de América Latina como Chile y Ecuador, el genial Mister Marabú, Rey del bolero, el "cabezón" de cariño, entrañable y querido por el público de la calle, descansa en paz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario