Hablar de la sonera Yolandita Rivera, mítica figura indiscutiblemente ligada a la Sonora Ponceña, es de una importancia muy alta, ya que se trata de una mujer, una madre, una artista, que ha sabido hacerse de un sitial de manera muy personal y a fuerza de talento y de esfuerzo. Es una mujer de pocas palabras pero que sonea como pocas. No debe pasarse por el género sin detenerse a estudiar y disfrutar de la música de esta extraordinaria cantante que sigue en plena vigencia, soneando y regalando su enorme talento sobre el escenario.
Yolanda Rivera nació en Ponce, Puerto Rico, en 1951. Confesa oyente de música cubana tradicional desde su primera infancia, en especial de la gran Celeste Mendoza, Yolandita comenzó su carrera como cantante en New York en 1969 como vocalista de la Orquesta del maestro Willie Rosario. Ya de vuelta en Puerto Rico en 1975, formó parte del grupo Roberto y su Changó. Sin embargo, puede considerarse que su debut profesional fue con la orquesta La Terrífica, banda con la que grabó en 1976 el álbum Sabor a Pueblo (INT 908), en el que interpretó el éxito "Mi Corazón es Para Ti" y "Guaguanco N° 3".
La carrera ya en ascenso de la Rivera tuvo un giro bestial cuando conoce a don Quique Lucca en la parada de un semáforo en New York. Luego vino su ingreso a la Sonora Ponceña, con quienes permaneció desde 1977 hasta 1984, tiempo en el que grabó algunos álbumes e hizo giras mundiales. Sus álbumes fueron:
"El Gigante Del Sur (1977-Inca-1054)
"Explorando" (Inca-1978-1060)
"La Orquesta De Mi Tierra" (1978-Inca-1064)
"Nuevas Alturas" (1980-Inca-1074)
"Fuerza Unchained (1980-Inca-1077)
"Noche Raider" (1981-Inca-1079)
"Determinación" (1982-Inca-1080)
"Apretando" (Inca-1983-1089).
Pero junto a su carrera Yolanda se hacía también de una vida familiar y la forjaba con el mismo esfuerzo. De hecho, su salida de la Ponceña tuvo lugar por problemas médicos de su hija acabada de nacer, como ella misma ha señalado en algunas entrevistas.
Los noventas fue de retorno para la sonera, primero al lado de Gabino Pampini y la Fuerza Noble, así como con el maestro Rubby Haddock, orquesta con la que grabó 2 discos tremendos. Luego el mundo le abrió sus puertas de par en par, acompañando su voz con la Oquesta de Ray Barretto, o compartiendo escenario con el veterano Luigui Texidor o la más tremenda Choco Orta.
Hasta hoy, en que Yolanda Rivera pasea su soneo por los pueblos, el talento indiscutible de esta gran dama del canto sigue perfeccionándose y dando nuevas alegrías a su público. Está vigente y la tenemos para rato.
Hasta que rompa el cuero, Yolanda!
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