Ubaldo Rodriguez, el genial Lalo, la voz sensacional que rompiera los esquemas de comienzos de la decada prodigiosa de los setenta, el chiquillo virtuoso y dotado sobremanera de dones artísticos y una voz bendecida, el hijo predilecto de Carolina, está hoy de cumpleaños. Le damos un abrazo en la distancia, entre salsa y boleros.
The Sun of latin Music, el álbum clave para sus cortos 16 años, que le significó además de inicio de carrera un premio Grammy. Un año después vendría Unfinished Masterpiece, también con el maestro Palmieri, y más adelante las orquestas de Machito y de Tommy Olivencia.
Y dice Lalo Rodriguez de su etapa inicial, "Me atreví a hablar con el maestro y le pedí que me escuchara cantar “Sabroso guaguancó”, un número que él había grabado en los años 60. Me escuchó y se fue. Pasaron unos seis meses y Palmieri regresó a Puerto Rico a buscarme. Nos pusimos de acuerdo. Hicimos una nueva audición y ahí nació Lalo Rodríguez, quien para ese entonces se llamaba Lolo. Mi nombre es Ubaldo. Fue Palmieri, al admitirme en su orquesta, que me bautiza como Lalo”.
Ya en los ochenta, Lalo se lanza en solitario con lo que sería una nueva corriente de la salsa, despreciada en su momento, pero que hoy forma ya parte de la trayectoria del género por consolidarse en el gusto popular, que es despues de todo a quienes se debe, al público oyente. Corresponden a esta etapa los clásicos Ven, devorame otra vez y Tu iluminas (Un nuevo despertar: 1988).
A partir de los noventa, la carrera de Lalo alcanza un punto de equilibrio, con giras y conciertos. Son los años de los discos Sexsacional, Plena-mente Lalo, Como siempre Lalo, De vuelta en la trampa o Naci para cantar.
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http://www.myspace.com/lalodevorame
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