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sábado, 6 de diciembre de 2008

Gracias Omara, nos haces felices.

Hasta antes de "Gracias", la nueva entrega de la eterna Omara Portuondo, Oh, qué será fue un delicioso monopolio del maestro Willie Colón, una versión sublime llevada a cabo allá por los ochenta gracias a la buena visión del trombonista nacido en el Bronx sobre una extraordinaria composición de uno de los patriarcas de la música del Brasil, el gran Chico Buarque.




Bueno pues, desde su aparición en este año, la novísima producción que nos ofrece la gran Omara nos trae no solo más de aquello que tan bien ha hecho la Portuondo en estos años de carrera artística, sino una verdadera joya musical, una entrega que sale del formato clásico del bolero pero que se advierte como un retazo del alma de la artista, como tenía que ser. Oh, qué será, es solo una de las auténticas diademas musicales que en esta placa se incluyen, y no es solamente resaltante por ser una pieza que ella ha confesado siempre quiso grabar y más a partir de su experiencia más reciente en escenarios del Brasil con Maria Bethania sino porque se ha hecho acompañar de maestros del canto y la poesía, como el gran Pablo Milanés.


En "Gracias", Omara nos trae sentidos episodios de su vida. Las canciones están equilibradas, cuidadamente selectas para un buen oído, un buen espíritu y el deleite total. Como si se tratara de pequeñas historias conexas y vividas, los temas que se incluyen en Gracias, y sobre todo el tema del uruguayo Jorge Drexler que le da nombre al disco, van abriéndose paso solitos en esta belleza musical. Como dice Omara, “yo quiero gritar a los cuatro vientos, no quiero guardarme lo que siento”, en tiempo de bossa, y lo expresa desde el fondo del alma.

No ha sido novedad que, desde el resurgimiento masivo de lo cubano que significó Buena Vista, Omara y los suyos –gracias a Dios- han vuelto a producir y en cantidades industriales. Qué bueno!. Pero no solo se trata de cantidad sino de excelencia, porque a nadie le parecerá extraño que el arte de Omara sea cada vez más puesto de manifiesto con cada nueva entrega que nos hace. Hablemos entonces de Omara Portuondo.


Omara Portuondo Peláez nació en el barrio de Cayo Hueso de La Habana, el 29 de octubre de 1930. Su madre pertenecía a una familia española rica y se esperaba de ella un casamiento que la uniera a otras familias de la sociedad. En cambio, escapó con el hombre que amaba, un jugador de baseball del equipo nacional cubano. Tuvieron tres hijas y como en cualquier hogar cubano había música. No tenían dinero pero, pero tenían las voces de los padres de Omara, cantando en la cocina donde hacían sus vidas diarias. Ella recuerda sus canciones, incluida entre sus favoritas “La Bayamesa” de Ernesto Grenet y Sindo Garay. Estas fueron sus primeras lecciones informales de canto y dichas canciones permanecen en su repertorio hoy en día.


Cuando su hermana Haydée se convirtió en bailarina del famoso club Tropicana, Omara pronto la siguió, por accidente. La compañía de Ballet se vio reducida un día de 1945 cuando una bailarina se retiro dos días antes de una importante premier. Omara había visto ensayar a su hermana tan a menudo que se sabía todos los pasos y le pidieron que entrara en el ballet. “Era un cabaret muy chic, pero dije que era inadmisible”, recuerda Omara. “Era muy tímida y me daba vergüenza mostrar mis piernas”. Su madre le dijo que no podía defraudarlos y así comenzó una carrera como bailarina, formando una sociedad famosa con el bailarín Rolando Espinosa.

Los fines de semana Omara y Haydee cantaban temas clásicos del Jazz americano con algunos amigos: César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez y el pianista Frank Emilio Flynn. Se hacían llamar Loquibambla Swing y el estilo que tocaban (una versión cubanizada de la Bossa Nova con influencias del Jazz americano) se conoció como “feeling” o “filin”. En su debut de radio Omara fue anunciada como Srta. Omara Brown, la novia del filin. El nombre inglesado pronto fue olvidado, pero todavía muchos cubanos la conocen como La Novia del Filin. En 1950 fue integrante de la Orquesta Anacaona, y hacia 1952 Omara y Haydée formaban un cuarteto vocal femenino con Elena Burke y Moraima Secada, liderado por la pianista Aída Diestro. Se convirtieron en uno de los grupos más importantes de la historia musical cubana y Omara permaneció con el “Cuarteto las D´Aida” durante 15 años, aunque la formación original solo grabó una álbum para RCA Víctor en 1957, realizaron numerosas giras por América y los arreglos vocales de Aída eran muy innovadores y compartió escenarios con Edith Piaf, Pedro Vargas, Rita Montaner, Bola de Nieve y Benny Moré. Y hasta sirvieron como acompañantes de Nat King Cole cuando este se presentó en el Club Tropicana. Omara también conoció y compartió su arte con figuras como Ernesto Lecuona, Isolina Carrillo, Arsenio Rodríguez y otros.


Su álbum debut en solitario fue “Magia negra”, apareció en 1959. En este álbum cruza música cubana y jazz e incluye versiones de “That Old Black Magic” y “Caravan” de Duke Ellington. Luego del lanzamiento de su álbum en solitario, permaneció con el grupo y dos años más tarde estaba con “Las De Aida” cantando en un hotel de Miami cuando la crisis de los misiles cubanos causo la ruptura de las relaciones con América y comenzó un largo periodo de aislamiento de Cuba, volvieron inmediatamente a casa. Continúo con Las De Aída hasta 1967. Año en que comenzó a dedicarse finalmente a su carrera en solitario. Omara representaba a Cuba en festivales internacionales a la vez que mantenía su alto nivel también en Cuba.

En los años 70 canto con el grupo top de charanga “Orquesta Aragón”. Viajó extensamente, haciendo presentaciones en varios países como Francia, Japón, Bélgica, Finlandia y Suecia. Omara realizó muchas grabaciones a lo largo de las dos décadas siguientes; pero entre las mejores se encuentra un álbum que grabara con Adalberto Álvarez en 1984 y dos álbumes realizados para el sello español “Nubenegra”: “Palabras” y “Desafíos”.


Entre el 2000 y el 2003 se da el boom de Buena Vista. En septiembre del 2003 Omara regresa a los estudios de la EGREM para grabar lo que será su segundo disco solitario producido por World Circuit. “Flor de Amor” marca un cambio de dirección para Omara. Este trabajo, su segundo álbum solitario, revela una textura más enriquecida y el lado sutil de la voz de Omara, músicos cubanos combinados con una excelente selección de músicos brasileños dan al disco un sonido distinto. Omara realizó en 2004 exitosas giras en Europa, en mayo y junio ha realizado más de 45 shows presentando este álbum. Para ello ha contado con una banda con más de 16 músicos en escena. Entre ellos esta Alfred Thompson (Irakere), vocales como Estela Guzmán y Laura Flores del grupo vocal Gema 4.


Ya de nuevo en Gracias, merece mención aparte "Nuestro gran amor", con el piano de Chucho. Es simplemente un latigazo sobre el alma, directo disparo al corazón, un vértigo incontenible sobre los sentidos. En las notas derramadas por Valdés y la voz aterciopelada de la Portuondo, se desliza ese bolero jazz como por entre las venas, pero no por la metáfora recurrida a la sangre que nos hace palpitar, lo cual no es tan descabellado, sino por la figura del líquido que corre por la piel, ya rojo vino, ya viva lagrima, según el oyente prefiera. El triunfo del amor es sublime y es colofón de una vida, pero no como alegría sino como remanso. Quién iba a pensar que algo así podría ser cantado con tanto sentimiento. Los viejos dirán, sin temor a equivocarme, que no había sido grabado una emoción así desde cuando Los Panchos grabaron Triunfamos allá por los sesentas.

Y en "Lo que me queda por vivir", una vieja muletilla de Omara, grabada tantas veces como las veces que seguramente ha vuelto a comenzar. Este guiño hay que advertirlo para disfrutarlo con ella, una suerte de testimonio personal para encarnar con verdadero sentido de lo finito aquello que se siente, amor por la vida, por las esencias mas elementales y sencillas del paso diario, como la caricia sentida, la voz de arrullo, la mirada luminosa, la buena sonrisa y el tiempo dedicado a la vida misma.


Gracias Omara, nos haces sentir vivos, nos haces felices.

Revisar:
www.omaraportuondo.com

Puedes comprar sus discos aquí: 
https://www.amazon.com/Omara-Portuondo/e/B000AQ1BHU

Algunos temas de Omara Prtuondo que recomiendo escuchar: 








3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay una pequeña omisión Omara Portuondo a pesar de vivir en Cuba comunista no ha tenido reparos en grabar con exiliados cubanos de renombre como Chucho Valdez (si mencionado en tu nota), me refiero que hizo un CD., en los 90' con Olga Guillot a quien ella sigue llamando "La Reina del Bolero" y a quien reconoce como una autentica estrella del "Tropicana", sino me equivoco Omara es la ultima sobreviviente de "Buena Vista Club", hay que reconocerle que canta con sabor caribeño . . . Elena Burke no llego a mi entender a despegar como bolerista, tenia algo que la ataba al cantar . . . Pablo Milanes hizo un CD., de boleros que tampoco fue nada fuera de lo común, se que quiso grabar con Olga Guillot pero esta se negó por considerarlo "un trovador de la Dictadura" . . .

Jose Luis

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la info, muy buena
Saludos
Juan

Anónimo dijo...

Disfruta Fernando

http://www.youtube.com/watch?v=KG-gTXzjC2M

Juan