Como todo en la vida, las cosas pasan así de pronto, sin explicación a veces, pero con muchas ganas de que salgan bien. Escribo estas líneas escuchando una de mis canciones favoritas, por la letra, el arreglo, la voz de Domingo Quiñones y el talento del Maestro Perico, Río abajo va, que aprendiera a disfrutar hacia la década del ochenta y que años después me sigue acompañando como testimonio de mi amor por la música y mi pasión de coleccionista.
Hablar de Luis Perico Ortiz es demasiado importante para la música latina, por su aporte creativo, su gran talento en la trompeta, sus arreglos que han dejado huella en la historia de nuestra cultura, los éxitos con su orquesta y su testimonio de vida como cristiano. Es un referente obligado al tratar de ir deshilvanando la historia de la música latina y el aporte de los puertorriqueños a la grandeza de nuestra presencia latina en el mundo. Es una vida dedicada al trabajo creativo musical, a darle vida a las notas y los sonidos, y al entorno mismo del pueblo latino que tan dentro lleva consigo. Hablar de Perico es un reto para cualquier interesado, es hablar de su rol de empresario, arreglista, músico, docente y hombre, tantos roles como las notas que extrae desde el alma misma de su trompeta compañera.
Este Blog se enorgullece, se honra y se complace en presentar al maestro Luis Perico Ortiz en una entrevista que todavía no terminamos de creer pero que Dios sabe que agradecemos desde el fondo del corazón.
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