Los tangos siempre serán fuertes y llamarán la atención del que es sensible del lado del alma. Y en especial cuando un compositor como Cátulo Castillo elabora mediante letras inteligentes historias finales de entendimiento humano y sabiduría cotidiana. Este es el caso de La Última Curda, uno de sus tangos más celebrados, que no es sino una especie de confesión propia que todos hacemos de nuestros escesos en los momentos culminantes de nuestras vidas. Definitvamente, las versiones más celebradas de este tango han sido las de Edmundo Rivero y El Polaco Goyeneche, pero esta vez les traigo esta de Cacho Castaña, el cantor de Buenos Aires, que en una estupenda interpretación le da un aire real al tango, algo que quizá fue en lo que estaba pensando el maestro Cátulo cuando compuso.
Hoy recordamos también al gran Cátulo Castillo, letrista insigne del género más humano que existe: El Tango.
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