Esta semana se produjo, sin precedentes en la música latina, un verdadero suceso de connotaciones cósmicas: el álbum Azucar pa´ti del maestro Eddie Palmieri, nuestro "Sol de la Música Latina", fue inlcuido como documento de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica.
En efecto, catalogada como la documentación número 16 del Registro Nacional de Grabaciones del 2009, úno de los discos más experimentales y profundos del pianista más renombrado del jazz latino ya forma parte de la Biblioteca del Congreso.
La nota de prensa oficial, llegada a nosotros el día de ayer, da cuenta de la importancia de rescatar algunas de las grabaciones de máximo valor para la posteridad: "La lista de grabaciones con nombre en el Registro cuenta con una diversa selección de la palabra hablada y las grabaciones musicales que abarcan todo el año 1913-1995. Cubren una amplia gama de sonidos y música, lo que demuestra la vasta imaginación y la creatividad que fluye a través de la corriente cultural de herencia sonora de la nación. Selecciones de cruzar géneros musicales que van desde klezmer al blues, pop y rap, sino que también incluyen la comedia, programas de radio, grabaciones de campo, grabaciones de Broadway reparto y experimentos de laboratorio".
Por su parte, como se sabe, el álbum de 1965 Azúcar pa'ti representa uno de los más álgidos momentos de la historia de la vanguardia en la música latina y la experimentación con las raíces populares que hiciera posible el pianista Eddie Palmieri al lado de músicos trascendentales de la etapa de La Perfecta.
Como se señala en la página oficial de Fania Records, "Azúcar Pa’ Ti viene a ser la grabación definitiva de Eddie Palmieri durante su comienzo con La Perfecta. Una banda establecida para el 1965, La Perfecta hizo revuelo en las pistas de baile tocando en los locales más populares, incluyendo el legendario Palladium. El grupo estuvo en la cima del pop durante la fiebre de la charanga, ayudando a reemplazar los violines tradicionales con una flauta solitaria encabezando la orquesta de trombones de Palmieri".
Este álbum de vanguardia fue el resultado de un esfuerzo consciente por el pianista y bandleader Eddie Palmieri para recrear los nuevos sonidos latinos que él y La Perfecta hicieron posible en las noches de clubes nocturnos de New York. Aunque impregnado de los estilos anteriores afrocubanos que él amaba, Palmieri encabezó una banda que representa a varias tradiciones y la música latina se distinguió por sobre todas las cosas por el aporte del elemento duro que aportaba el Bronx a través del magistral trombonista y creativo Barry Rogers, el otro pedazo del alma de La Perfecta y cohacedor del éxito de Palmieri en los rugientes sesenta.
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