El día de ayer, cuando recordabamos al eterno Héctor Lavoe, nos dejaba el Emperador del Timbal, Aníbal López, timbalero mayor de nuestra música, hacedor de éxitos, señor de señores, líder indiscutible de la movida salsera peruana de varias décadas.
Según informó RPP en la tarde de ayer, el artista estaba internado en el hospital Edgardo Rebagliati de Jesús María. Su fallecimiento fue ocasionado por una hemorragia digestiva. Durante el velorio realizado ayer mismo muchos artistas y gente del espectáculo coincidió en el alto valor e inmensa calidad humana del percusionista peruano, así como en el hecho de que fuera reconocido en vida como uno de los mejores músicos del continente, como lo dejaron claramente manifestado Celia Cruz, Cheo Feliciano o el Rey Tito Puente.
Muestra de su esfuerzo y absoluta dedicación a la música fue su participaciòn en los ensayos de lo que fue ayer el encuentro de salseros del Callao, al que estaba invitado, pero al que no pudo asistir. Pese a su delicado estado, Aníbal siguió adelante con su arte y sus compromisos, autoexigièndose al máximo para lograr la perfeccción a que estaba acostumbrado en su música.
Nuestras condolencias a sus familiares y el duelo respetuoso a la música peruana por la pérdida. Sin embargo, como sucede con todos los grandes, Aníbal López se convierte en una leyenda viva más de nuestro firmamento de estrellas. Que en paz descanses, Emperador del Timbal. Siempre te recordaremos.
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