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martes, 29 de junio de 2010

Hoy recordamos a El Cantante: Héctor Lavoe !



La figura emblemática de Lavoe vuelve a estar en la mesa de tertulia en el día en que se recuerda su partida definitiva, lo que sin embargo es también su paso inexorable a la condición de leyenda, mito permanente e idolo de multitudes.

Aunque muchos estudiosos y músicos vigentes han cuestionado siempre el hecho de que Lavoe fuera un cantante sin recursos ni creatividad, de voz lineal y de "una sola nota", nadie puede negar, ni siquiera ellos, que lo que le faltaba de tecnica le sobraba de carisma natural y cercanía al pueblo mismo, y hablamos del más sentido bastión de su popularidad, aquel sector identificado en más de una manera con la carrera y trayectoria del cantante que "respiraba debajo del agua".


Y Lima lo tuvo oficialmente una noche de lluvia de 1986. Un concierto para la historia que se grabó en el colectivo de los fanáticos y que sirve de excusa para rendirle más homenajes y dedicarle parques y calles al antihéroe más reconocido en la subcultura de lo marginal y lo lumpen. Es que Lavoe supo batir todas las barreras de imposiciòn de lo oficial y destinarse a sí mismo un espacio propio y único entre los que hacían música y él, lejos de cualquier pose mercantilista, cantó lo que le dio la gana y del modo que se le antojó. Y entre tragos, drogas y malcriadeces de niño rebelde, Hector Lavoe abría la boca y "salía gasolina".



Considerado uno de los mejores soneros, lo que ha asegurado su arraigo es, como ya se dijo, el carisma natural, su don de gente, ese sentido común para la vida y la enseñanza de la calle. Se dice que dentro y fuera del escenario Lavoe era siempre el mismo, irreverente y explosivo, pero siempre él, con la garganta sedienta de todo, y con la sonrisa torcida, sabrá Dios por qué razón.

Y lejos de lo que señalen los estudiosos, al igual que sucede con leyendas como Daniel Santos, Lavoe jamás imitó a nadie, algo que era privilegio de su estilo y su marca personal, como bien señalaba el compositor y hacedor de estrellas Tite Curet.

Y es entre canciones y algunos tragos sentidos, el alma rota y la conciencia apagada, que recordar a Lavoe es casi algo natural, así como él lo era, sin poses ni disfuerzos, solo él, como el niño mimado de la Fania que era para Cheo, o el cantante que se hizo solo que fue para Masucci y Pacheco. Un poeta de la calle, decían otros, sentimiento hecho canción, o la voz de un nuevo tiempo, uno en el que los hombres se labran solos un destino, sin importar las condiciones adversas ni los maltratos de la vida. Y eso se advierte en algunos de los más controvertidos personajes, nadie sabe explicarse cómo ni por qué pero así como solos se construyen solos se terminan, autoexplicando la ya deficil definición de sus propias existencias.

Que en paz descanses, Cantante!

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

Buen homenaje al "cantante de los cantantes". Siempre vivirá en la memoria colectiva su irrepetible manera de hacer música con el alma y el su inspiración.