A mediados de los noventas, unos amigos fanaticos y coleccionistas de salsa, boleros, musica cubana tradicional y latin jazz comenzaron a reunirse a disfrutar de la musica, compartirla y conversar sobre ella.
En particular, a Roberto Moya le fascinaba sobremanera este tema, aunque el disco todo fue más que elogiado por él y los otros miembros de la cofradía. Todavía recuerdo las sesiones y conversas que nos convocaban esas caracolas sonoras y virtuosas, y la marimba prodigiosa del Rey Tito Puente.
Aunque siempre había espacio para la sana discrepancia, por sobre todas las cosas preferíamos el deleite de la buena música.
Disfrutenla!
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