Cuando Miki González empezó su trabajo de fusión en la música peruana con su excelente disco "Café Inkaterra" de 2003 ya se podía ver venir una serie de avances en el esfuerzo serio por llevar nuestra música tradicional de diversas regiones un paso adelante en la evolución de los géneros hacia una música universal.
De hecho, las corrientes electrónicas y chillout estuvieron vigentes en esos años, incluso incurriendo en una sobre saturación de fusiones, muchas veces nocivas para las expresiones tradicionales. Sin embargo, la semilla estaba planteada con fertilidad y eficacia.
Por esa razón, cuando en el año 2009 el músico nacido en 1952 en España pero asentado en el Perú tuvo la genial idea de trabajar otra vertiente de fusión, esta vez con los ritmos flamencos, el resultado fue sencillamente sobresaliente.
"Landó por Bulerías" es el álbum que hizo posible ese esfuerzo, bajo producción de Phantom Records y Apu Records, todo un suceso creativo y artistico como nunca antes se había intentado en el Perú. La propuesta combina ritmos afroperuanos con música flamenca, para lo cual el músico regresó a su país natal, España, después de 39 años, para identificar y nutrirse de esa raíz común a los dos ritmos.
En menos de un año, Miki hizo el viaje del descubrimiento del nuevo Continente al revés, se enrumbó cuatro veces a Madrid apertrechado de festejos, marineras, panalivios y landós para combinarlas con las raíces gitanas.
Pero qué es lo que une a ritmos aparentemente tan disímiles? Según el propio Miki, a ambos estilos musicales "los une el ritmo, son ritmos parientes, mi interpretación es que el origen común de esos ritmos es España y empezaron a venir en la colonia y se fueron transformando en marinera, landó, festejo, mientras que en España se hicieron flamenco, un género con un concepto rítmico elaboradísimo”.
Luego de trabajar en Lima la idea y parte de la idea al lado del guitarrista Ernesto Hermoza, Miki se fue para España para ponerle algunos jaleos de los cantaores gitanos a la canción y de paso presentar algunas canciones afro.
La magia de la música permitió que Miki, sin conocer a managers, se contactara con 'Bandolero' y otros “primos” gitanos que le presentaron al guitarrista 'Paquete', en cuyo estudio madrileño se grabaron dos discos ganadores del Grammy, con Diego El Cigala y con Enrique Morente, dos de los grandes exponentes del flamenco.
El disco de Miki fue el último disco que se registró en ese estudio, ya que 'Paquete' lo desmontó, por lo que en viajes posteriores de González, se tuvo que registrar tomas adicionales en el hogar del guitarrista gitano. Así surgió, por ejemplo el tema que compusieron ambos “En la cocina”.
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