Quien estuviera a punto de convertirse en un prominente arquitecto, en los albores de sus veintes, talentoso y lleno de ideas frescas, dio el vuelco de su vida al dedicarse a la música y crear lo que él mismo llamó "Nueva Tendencia", o mejor dicho, Bossa Nova, comenzó una exitosa carrera musical al lado del guitarrista, cantante y compositor Joao Gilberto, lo que lo convertiría definitivamente en uno de los pilares de la música en Brasil y en el mundo, por su inmenso aporte.
La década del sesenta fue para el maestro Jobim un despertar al éxito mundial, no sólo por el "hallazgo" por parte de Stan Getz sino también por el lanzamiento de sus obras fundamentales, tales como Desafinado o Garota de Ipanema. Ya entrado en los setentas, el disco grabado para Verve al lado de la extraordinaria Elis Regina, vino a significar la consolidación del sonido brasileño en un mundo en el que el talento musical y la poesía liberada se daban la mano para expresarse sin temores y con la frescura propia de la genialidad.
Pero fue sin duda el trabajo colaborativo al lado de La Voz (1967 y 1971) lo que le aportó a Antonio Carlos el espaldarazo definitivo en los Estados Unidos, más allá de sus presentaciones en el Carnegie Hall o sus grabaciones infatigables.
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